1 de enero de 2012

MANIFIESTO INICIAL

EN FACEBOOK:  "PARTIDO ÉTICO - ARGENTINA"



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                                                                                                                                                                LAS VILLAS MISERIA
                                                                                                                                                                DUDAS
                                                                                                                                                                UN GOBIERNO MUNDIAL - JULIO 2018
                                                                                                                             - CARTAS


                                                                   


El Partido Ético es por ahora un partido virtual. Quizás en algún momento pueda convertirse en una realidad; pero ya sea que eso suceda o no, el objetivo que anhela es el de poder encausar el descontento individual ante situaciones inicuas y generar una corriente de opinión suficientemente poderosa, como para obligar a que se modifique el comportamiento de los administradores del Estado. Su simple aspiración es que los representantes designados cumplan su cometido, cuando lo absurdamente usual es que el poder político no sea empleado de manera cabal en beneficio del bien común.

DECLARACION DE PRINCIPIOS


El espíritu del Partido Ético se basa en los principios  que se enuncian a continuación, los cuales se propone  manifestar    todas las veces que sea posible, para tratar de que se incorporen profundamente en el pensamiento de la sociedad y se haga más difícil vulnerarlos.

IGUALDAD DE POSIBILIDADES
ASISTENCIA A LOS NECESITADOS
EDUCACIÓN HUMANÍSTICA
INFORMACIÓN TOTAL
AUSTERIDAD DEL ESTADO
DESARROLLO SUSTENTABLE

ÉTICA EN RELACIONES Y COMERCIO INTERNACIONAL

El objetivo permanente del Estado es procurar que todas las personas puedan contar con una igualdad básica de posibilidades para desarrollarse. Cuanto más se aproxime a esta situación ideal, más fructífera será su gestión. La asistencia a las personas que padecen situaciones de pobreza e indigencia es un deber fundamental y perentorio del Estado. Un objetivo principal es elaborar e implementar políticas que tiendan a impedir que tales situaciones se generen; pero no se puede esperar a que esas políticas comiencen a dar resultados, y quienes padezcan penurias deben tener la posibilidad de ser auxiliados con prontitud. Para ello, lo que recaude el Estado en concepto de asistencia social debe ser administrado de manera eficiente y con rapidez para paliar situaciones extremas.

Los programas de estudio, en todos sus niveles, deben contener un segmento importante de materias humanísticas. Debe aprovecharse al máximo la potencialidad que tiene la educación sistematizada, no solo sobre la adquisición de conocimientos técnicos por parte del alumno, sino también sobre su formación humana, procurando exaltar los sentimientos solidarios, haciéndolo partícipe de la búsqueda de una sociedad mas justa y enfatizando sobre los factores que son adversos a ello.

Todas las acciones del Estado deben ser de dominio público. Todo acuerdo, contrato o tratativas que realice, del mismo modo que la evolución de las cuentas públicas, tienen que ser adecuadamenta informados. Para que los recursos cubran de la mejor forma las necesidades, es necesario que el Estado se desenvuelva con la mayor austeridad. Las remuneraciones y dietas de los funcionarios deben ser mesuradas. Los medios de comunicación deben usarse exclusiva y suscintamente para dar información que por circunstancias particulares necesite ser transmitida a la población. No debe ser admitida la utilización de recursos públicos para pagar propaganda oficial o realizar actos partidarios. La consideración que el conjunto de la población mantenga de la gestión gubernamental, debe resultar exclusivamente del análisis que haga de sus acciones.

Es responsabilidad del Estado orientar y controlar las actividades productivas, procurando que se desarrollen en forma sustentable, pues la búsqueda de mayor lucro suele hacer que no sean considerados  la continuidad o los eventuales efectos perjudiciales de la actividad en el largo o incluso en el corto plazo. Se deben fomentar las actividades que permitan el reemplazo de importaciones. La producción necesaria para el consumo interno de productos de primera necesidad exportables debe contar con un precio diferencial, cuando los precios internacionales del producto sean incompatibles con el nivel promedio de salarios propio. La relación del país con el resto del mundo debe ser de búsqueda de consenso y de superación. Mas allá de falta de reciprocidad o conveniencias circunstanciales, nunca será loable tomar ventajas a costa de perjudicar a terceros, pues no debemos olvidar que todos compartimos el mismo planeta y todos deberíamos poder mejorar nuestras condiciones de vida. Con respecto a la administración de determinadas actividades de gran interés público,  creemos en la conveniencia de que la misma pueda ser asumida por el Estado, particularmente aquellas que se relacionan con algunos servicios esenciales, que estructuralmente no son rentables en ningún lugar del mundo. En contra de las opiniones que consideran que el Estado, por ineficiente, no debe asumir ninguna actividad que pueda estar en manos privadas, nuestro argumento es que el Estado cuenta a su favor con medulares ventajas comparativas respecto de ellas. Las razones de la presunta ineficacia se fundamentan en la excesiva burocratización o en los actos de corrupción que puedan surgir durante la gestión; lo cual equivale a afirmar : la imposibilidad absoluta de contar con un Estado correctamente administrado y de que la inteligencia gerencial que se consigue desarrollar en una empresa privada se traslade a él. Siendo que todo nuestro planteo apunta a alcanzar esa gestión eficiente, exigible al Estado, disentimos de esa aseveración. El hecho de que pueda regular libremente las tarifas, que cuente con eficaz capacidad de financiación a través de los impuestos y, primordialmente, que no necesite generar ganancias sino cubrir los costos y mantenimiento, son las grandes ventajas a las que aludimos. Es difícil sostener la conveniencia de privatizar servicios que no son rentables, habiendo que acordar subvenciones para compensar las pérdidas, para que se efectúen las inversiones que mantengan su prestación adecuada, y además incluyan un margen de utilidad para las empresas prestadoras. De por sí parece bastante incoherente que una empresa privada aborde una actividad no rentable y no es difícil imaginar que tarde o temprano acabarán inflando los costos y derivando una porción inferior a las inversiones que se requieren, para acrecentar ese margen de utilidad.


 Tal vez, estos principios puedan tomarse como una perogrullada; sin embargo, si se lograra que ellos sean respetados y no tan solo discursos de campañas electorales, estaríamos generando el cambio radical para que el egoísmo, la malevolencia y la desigualdad no continúen primando. Aunque sea ingenuo suponer que las actitudes contrarias al bien común pueden revertirse espontáneamente, tengamos en cuenta que no nos hallamos en una meseta, sino en una cuesta que será cada vez más difícil de subir si ese cambio no se produce. Por otra parte, es necio creer que por simple voluntarismo todo puede mejorar fácilmente; pero es imprescindible dar el primer paso, comenzar a actuar con buenos propósitos en todas las áreas. La actitud constructiva permite que los errores se analicen y se procure corregirlos. Creer en las buenas intenciones y ver avances, por pequeños que sean, posiblemente debe obrar para obtener la empatía y el apoyo de la gente. Si compartís lo expuesto difundilo y aporta tus propias ideas y propuestas, aprovechando las extraordinarias posibilidades que ofrece la red.  Un sencillo cálculo permite determinar que si un correo es enviado a dos personas, cada una de ellas envía a su vez otros dos y esta secuencia se repite veintiuna veces,  ya se supera  ampliamente el millón de envíos. También una pequeña acción, como la de adoptar una cinta verde como pulsera, puede constituir otra forma   simple y visible de manifestar el apoyo y el anhelo de cambio.


El que sigue es el texto del mail que comenzó a enviarse en agosto del año 2010


"TAL VEZ PIENSES PARECIDO...


Tal vez vos también sientas furia, asco, indignación e impotencia por la forma en que actúa la clase política argentina, su falsedad permanente y la inescrupulosidad con que hacen y deshacen sus alianzas en busca del poder.

El actual estado de crispación social y el aumento de la pobreza y la marginación, son la consecuencia inevitable de las prácticas corruptas ejercidas durante tanto tiempo y con notoria impunidad por diferentes gobiernos. Y como todo se va perfeccionando con el tiempo y la práctica, angustia imaginar el nivel de corrupción que debe haber en estos momentos en el manejo de la cosa pública y del cual solo llegan a trascender algunos hechos como punta de iceberg.

Salvo que se produzca un milagro, la forma en que proceden no va a cambiar, pero no debemos resignarnos a esta situación absurda de aceptar los abusos de quienes elegimos para velar por el bien común y procurar con acciones individuales modificar este estado de cosas.

Aunque no debería ser necesario, vale recordar lo siguiente:

La misión principal del Estado es la de procurar el mayor grado de bienestar, igualdad de posibilidades y desarrollo para todos los habitantes.

En función de ello, el Estado debe asegurar el acceso a la educación y a la salud de toda la población. Salud no se limita solo a la asistencia sanitaria, sino que implica también que ningún habitante debería padecer hambre ni vivir en condiciones indignas.

Todas las acciones deben tender fundamentalmente a lograr esos objetivos básicos, ya que si se aparta de ellos la existencia del Estado carece de sentido.

Y algunas condiciones esenciales para aspirar a esas metas:

Como delegados de los electores, depositarios y administradores de los recursos públicos, cualquier acto de corrupción de jefes o funcionarios de estado constituye delito gravísimo, debe privar automáticamente de todo fuero, y ser penalizado sin dilaciones, con el máximo rigor que contemple la ley.

Los actos, contratos y acuerdos del Estado deben ser de dominio público, sin excepciones y en todos sus detalles.

El Estado debe desenvolverse con la máxima austeridad y no puede emplear medios ni recursos públicos en acciones de propaganda política.

Prohibición absoluta de designar en cargos públicos a parientes de jefes o funcionarios de gobierno.

Obligación de los partidos políticos de dar a conocer en forma adecuada sus plataformas, y la descripción exhaustiva y pormenorizada de las acciones que proyectan y de cómo las instrumentarán en caso de resultar elegidos.

La propuesta para impedir que la actual situación se perpetúe es:

Concordar en que las funciones del gobierno son las apuntadas mas arriba.

Concordar en que para que ellas se realicen adecuadamente el gobierno debe combatir en forma permanente la corrupción, que es el principal enemigo del desarrollo ( la creencia de que algo de corrupción es admisible e inevitable nos parece nefasta; no han sido los errores o la impericia de los gobiernos sino su deshonestidad, la que, en un país con importantes recursos naturales y baja densidad de habitantes, ha hecho crecer brutalmente la pobreza y condenado a la marginación a infinidad de nuestros semejantes ).

Pugnar por la creación de un partido político nuevo, que sea conformado por personas que no tengan ninguna vinculación con los partidos vigentes y que estén realmente comprometidas a trabajar por el bien común, para lo cual se necesitan, básicamente, solo dos condiciones: honestidad e inteligencia. Un partido que no constituya un desprendimiento o adopte sin debatir la ideología de ningún movimiento anterior, que rechace cualquier tipo de fundamentalismo político y que sea capaz de reconocer y corregir los errores que cometa. Tal vez alguna ONG o asociación solidaria ya existentes puedan convertirse en su base.

Hemos elegido denominarlo PARTIDO ÉTICO y adoptar el color verde como su distintivo.

¿Cómo podemos contribuir a intentar el cambio?

Reenviando este mail a nuestros conocidos para intentar que la idea se difunda y se instale, aprovechando la gran posibilidad que nos brinda la red.

Reenviándolo también a quien te lo envió, para que sepa que la propuesta te interesó.

Usando una cinta verde como pulsera, como manifestación visible del anhelo de cambio y del rechazo a la permanente falsedad de la clase política imperante.

Persistiendo en esta propuesta y en su divulgación, pues si seguimos aguardando ingenuamente un cambio positivo de la corporación política que padecemos, la enorme desigualdad continuará aumentando, será cada vez más difícil de modificar, y le estaremos legando a nuestros hijos y nietos un futuro mucho peor que este presente que nos toca. "